

TOROS EN ITUANGO
Ituango,como todo pueblo con sangre Española,ha sido amante a la fiesta brava, la fiesta de los toros; recordáremos aquí una corrida que fue histórica en nuestro pueblo.
A principio de los años 70 se presento en Ituango una gran corrida de toros ,la plaza de toros fue construida a base de guadua en la cancha de básquet del liceo Pedro Nel Ospina,que en esa época tenia el piso en tierra, durante una semana se construyo la improvisada plaza de toros, todo el mundo ayudaba, por que nadie en Ituango,se quería perder el espectáculo taurino, se torearían 5 bravos toros de la hacienda San Juan de Rodas.
Ese domingo amaneció con un radiante sol alumbrando nuestro pueblo, como presagio de el bonito espectáculo que tendría lugar en las horas de la tarde;a esa hora ya prácticamente todas las boletas se habían vendido, en nuestro pueblo se vivía todo un aire de fiesta, mientras en el hotel Caribe de doña Lucila Castañeda, ubicado en el parque principal de Ituango,los toreros se preparaban para el espectáculo, alrededor de el hotel se arremolinaban curiosos para ver a aquellos valientes hombres que esa tarde se enfrentarían a unos enormes y feroces toros traídos. de San Juan De Rodas.
Habia también mucha expectativa porque de los 5 toros,el ultimo seria para el publico, llamado vulgarmente el envolao,de manera que muchos de nuestros paisanos alistaban sus ponchos, por que se querían meter esa tarde al ruedo a hacerle un quite al feroz animal.Ese día todo el mundo con su sombrero, alistaban sus botas de licor, las damas querían lucir elegantes, en fin en todo el pueblo, en las heladerías, en el parque, no se hablaba sino de la corrida de toros; en las esquinas los corrillos hacían conjeturas sobre los enormes toros traídos esa mañana de San Juan De Rodas, sobre los toreros venidos de Medellín, los hermanos Conrado y Jacinto Perez,tal vez serian Españoles como la mayoría de los toreros decían unos; además esa tarde también varios Ituanguinos se vestirían de luces:Raul Álvarez López, muy afiebrado por la fiesta brava, Vicente Flores, quien tenia la heladería las Flores al frente donde hoy es el actual comando de policía, era tanta la fiebre de Vicente por los toros, que su heladería estaba decorada con fotos y afiches de toreros famosos, además de banderillas de vistosos colores que adornaban las paredes del negocio, en fin Vicente era todo un afiebrado de la fiesta brava y como tal esa tarde se vestiría de luces y por ultimo Héctor Viílla rector de el liceo Pedro Nel Ospina y gran amante de los toros, esa tarde haría de banderillero.
Era fiesta de toros en Ituango,ya la improvisada plaza empezaba a llenarse,los aficionados con su elegantes trajes y sus botas de licor caminaban presurosos hacia el liceo, para buscar un buen sitio donde apreciar el espectáculo.
Mientras tanto en el hotel Caribe se vivía un tenso nerviosismo, los toreros elegantemente vestidos se disponían a caminar hacia la plaza cogiendo la calle Berrio;los toreros al frente del hotel se alinearon en perfecta formación, atrás de ellos iba la banda de la parroquia dirigida por el profesor Mario Ortega Lopera-Sigifredo Ruiz, Guillermo Cardona (pinocho)Román Monsalve (tomate),Manuel Hernán Usuga;entonaban alegres pasodobles –España mi bella España,Puñal Sevillano – mientras los toreros con su trajes de luces y envueltos en sus capotes caminaban elegantemente al son de la banda parroquial, mientras las gentes asomadas a las ventanas miraban expectantes a los toreros con sus trajes de luces que se dirigían al lugar de el espectáculo.
Al llegar a lo que conocemos como la salida para la granja, se podían observar enormes filas de gentes que querían entrar a la plaza,ayi en la esquina de le liceo los toreros fueron recibidos con largos aplausos, mientras la banda dirigida magistralmente por don Mario Ortega tocaba una marcha llamada Zacatecas.
Cuando los toreros entran ala plaza, está ya estaba llena,la gente efervescente grita toreo-torero y estos con una pequeña reverencia se quitan el sombrero y saludan.
Podían ser unas tres mil personas felices y expectantes a que empiece el espectáculo, de pronto uno de los toros a un descuido de los vaqueros logra saltar el corral y trata de embestir a los aficionados, hay pánico en la plaza, pero ligero uno de los corraleros de San Juan de Rodas montando una hermosa mula con su rejo lo logra detener y lo hace regresar al corral,el susto ha pasado, lo anterior hace que la gente grite,delire,ahora si se prendió la fiesta, la banda parroquial arranca a tocar el pasodoble feria de Manizales, de pronto la plaza se queda en silencio, los toreros caminan dentro del ruedo a paso lento, haciendo lo que en los toros se llama el paseíllo, una vez terminado este,sale al centro de el ruedo Jacinto Perez,se arrodilla con su capote y allí en el centro de le ruedo espera al tenebroso animal,se abren las compuertas y sale raudo el tenebroso toro,Jacinto lo recibe con su capote haciéndole una hermosa verónica, la plaza estalla en aplausos, los oles van y vienen, la banda musical ayuda al espectáculo interpretando el puñal sevillano, ole –ole- ole grita emocionada la gente, se brinda se toma hay fiesta de toros en Ituango.
De pronto la plaza queda en silencio aparece vestido con elegante traje negro Héctor Viílla se empina,corre,alza las manos y clava un buen par de banderillas en el morro del animal, de nuevo de oyen aplausos, jacinto con la muleta hace un pase,dos tres, la gente delira esto si es una verdadera fiesta brava; luego es Conrado Pérez, el que hace las delicias con sus verónicas y su manoletinas espectaculares, ahora es Vicente Flores el que clava un excelente par de banderillas en el feroz animal,se escuchan aplausos,gritos,oles,asi pasa la tarde,la gente esta feliz al calor de la fiesta,del licor y de los toros, en nuestro pueblo ya empieza a obscurecer, sale el quinto de la tarde,el que quiera lo puede esquivar con su poncho, con su sombrero, otros se quitan la camisa y hacen un quite al animal ante el grito y estupor de los espectadores que ven aquello como peligroso ,no falta el que el toro levanta con sus largos y afilados cuernos, pero no pasa nada el aprendiz de torero se levanta sacude el polvo de su ropa y sale fuera del ruedo donde un amigo le ofrece un aguardiente como premio a su proeza.
Se destacan como aprendices y que hacen lindos quites al animal Aicardo Uribe, Antonio González, Héctor Sánchez y Heli Gómez entre otros.
Ya es prácticamente noche y se acaba el espectáculo, todos salen felices-contentos, hay que ir ha rematar la fiesta ,unos van ala heladería las flores, otros van ala central donde Javier Pino,al Paraíso donde Gilberto Puerta,al café de Raul Correa donde hoy es el famoso tebusco y otros van a bailar a la cahipay.
Fue una gran fiesta de toros inolvidable en Ituango,muchos la recuerdan,aunque días después hubo gran desilusión cuando las gentes de Ituango se dieron cuenta que los toreros Conrado y Jacinto Pérez que parecían Españoles, eran nacidos en Santa Rita.
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