QUE ES EL BOOMT.........EL SISTEMA QUE ESTA DE MODA EN EL MUNDO Y POR EL CUAL SE PIENSA FINANCIAR HIDRO ITUANGO

Por iniciativa de la Contraloría General de Antioquia y de la Asamblea Departamental, voceros de Hidroituango y expertos en los sistemas de concesión de obras públicas, analizaron la manera como se estructuró financieramente el proyecto hidroeléctrico.

Más allá de las polémicas, de las negociaciones, de los plazos y de las expectativas que se han generado en torno al proyecto hidroeléctrico Pescadero-Ituango, conocido hoy como Hidroituango, el modelo de financiación que se ha planteado para la mega obra comienza ya a ser objeto de estudio por parte de las entidades territoriales, que ven en el citado esquema una posibilidad hasta ahora no explotada en nuestro medio para acometer proyectos de gran envergadura económica.

Con esa idea la Contraloría General de Antioquia, en cabeza de Jorge Rojas Otálvaro, y la Asamblea Departamental, presidida hasta mañana por el doctor Cosme Cardona, convocaron a un foro que se realizó ayer en el Salón Antioquia del Hotel Intercontinental.

La gerencia del proyecto, voceros de sus socios mayoritarios y representantes del BID y del Ministerio del Transporte, esbozaron lo que ha sido la evolución de las concesiones en Colombia, así como la motivación y las ventajas del sistema denominado “boomt”, que será el que se emplee para la financiación de la hidroeléctrica de Ituango.

Dicho sistema marca una diferencia sustancial con las tres primeras generaciones de concesiones que se han puesto en marcha en Colombia. En primer lugar porque es la primera que no está orientada a la construcción o mantenimiento de infraestructura de transporte y, en segundo lugar, porque es la primera en la que el capital de construcción, operación, financiación y mantenimiento será totalmente privado, y en el que los socios recibirán una remuneración, producto de las utilidades del proyecto, durante todo el período de explotación del mismo por parte del concesionario.

Un poco de historia

Nelson López, director de infraestructura del Ministerio de Transporte, explicó que las concesiones en Colombia surgieron entre 1993 y 1997. Los proyectos realizados en este período tuvieron la particularidad de ser financiados exclusivamente con recursos públicos y con un enfoque en la rehabilitación de vías.

Una segunda generación, entre 1997 y 1999, comenzó a transferirle la responsabilidad de mayores riesgos al sector privado, pero se mantuvo el énfasis en el desarrollo vial. Y la tercera generación, entre 2002 y 2008 ya no tuvo solo como objetivo las vías, sino que incluyó la modernización de puertos y aeropuertos. En total, desde 1993 hasta la fecha, se han concesionado 23 proyectos en el país.

Por qué el “boomt”

La incursión del modelo “boomt” en el país se puede calificar como un descubrimiento de parte de la empresa Hidroituango, en la búsqueda de esquemas de financiación para la hidroeléctrica, sin poner en riesgo el capital de sus socios ni tener que sacar a la venta participación accionaria.

“No es otra cosa que llamar a un privado para que financie, construya, opere y mantenga el proyecto durante un período de tiempo que estimamos entre 35 y 40 años”, afirmó Luis Guillermo Gómez Atehortúa, gerente de Hidroituango.

“Hace un año armamos el andamiaje técnico, jurídico y financiero para que no haya contingencias en este proceso. Todo está listo”, añadió, dejando en claro que el esquema será el mismo incluso si se concreta la posibilidad de negociación directa con EPM.

Para Jorge Mario Pérez, gerente de generación de EPM, el “boomt” “logra viabilizar y estructurar inversiones a lo largo de 8 años y por más de tres mil millones de dólares” por lo que calificó el esquema como “uno de los mejores instrumentos para este tipo de proyectos”.

“Lo que se negocia en este esquema son los riesgos, ya sea geológicos, sociales, de seguridad o ambientales”, añadió.

Sin embargo alertó sobre el riesgo de que en este escenario se reciban ofertas aparentemente muy atractivas que puedan establecer condiciones que deriven en situaciones judiciales o en el cambio sustancial del proyecto.

“Nuestro interés como entidad pública es alto para sacar adelante a Hidroituango”, finalizó.