Esas lluvias en las que caen hasta maridos no solo son hoy más frecuentes en amplias regiones sino que lo seguirán siendo.
Es una de las conclusiones de un estudio de Gonzalo Hurtado, Henry Benavides y Ruth Mayorga del Ideam sobre el comportamiento de las precipitaciones y la temperatura que se presentan en el país.
No es exageración. Luis Alfonso Escobar, biólogo director de la Corporación Autónoma Ambiental Corantioquia, recuerda que en su jurisdicción se tienen identificados 136 puntos críticos por las recientes olas invernales, que requerirán medidas de adaptación en distinto grado.
"Por el cambio climático habrá que trabajar permanentemente en componentes de adaptación", dice.
Lo que sucederá en algunas regiones lo tiene identificado el Ideam. Un informe de José Franklyn Ruiz Murcia indica que a futuro lloverá más de un 36 por ciento en los municipios como Guadalupe y San Juan de Urabá, mientras que habrá reducción significativa en Amalfi, Anorí, Ituango, Segovia y Yarumal.
Las lluvias aumentaron en Briceño, Nariño, Sonsón, Urrao y Valdivia, aparte del Valle de Aburrá.
No solo son las lluvias, la temperatura en general sube. A fines de este siglo el promedio en Antioquia podría alcanzar los 2 grados centígrados más con respecto a 1970, justo el límite que Naciones Unidas considera crítico, según el modelo corrido por Ruiz Murcia.
Un hecho parece cierto: Caucasia, Puerto Berrío y Santa Fe de Antioquia, municipios de clima cálido, continuarán calentándose.
Este desbarajuste climático es un factor que puede afectar el desarrollo departamental.
"La primera tendencia negativa sería la maximización de las condiciones de cambio climático, lo que podría generar, más que inundaciones, movimientos en masa críticos en las vías del departamento", opinó Escobar.
Se afectarán por eso asentamientos humanos que no han sido reubicados como debe ser, el caso de Nechí y de manera parcial Caucasia, La Pintada y Puerto Nare.
Javier Parra, director de Planeación de Cornare, mira con atención el abastecimiento de agua: en dos meses de verano a principios de 2010 fue dramática la escasez sentida en Abejorral, El Carmen de Viboral y Puerto Triunfo, para citar un ejemplo. Fue un campanazo, explicó, que obliga a tomar medidas.
Si bien la tendencia es a que llueva más en casi todo el departamento, los fenómenos climáticos extremos serán más frecuentes. Son esos los que mayor impacto provocan y eso exige una adaptación permanente. No caben las disculpas.
Informe
Sitios que necesitan intervención
· Son 136 los puntos críticos que las últimas olas invernales señalaron en la jurisdicción de Corantioquia. De esos 44 serán prioridad y el trabajo comenzó en 14.
· Algunas exigen intervenciones de fondo, con el traslado de poblaciones enteras como Nechí o de sectores en Amagá, Caucasia, La Pintada y Puerto Nare.
· En el Suroeste las carreteras son las más afectadas por desplazamientos en masa. También se debe atender la situación de Bolombolo (Venecia).
· En el Nordeste urge el tratamiento de las quebradas que asustan a Amalfi y Vegachí.
Es una de las conclusiones de un estudio de Gonzalo Hurtado, Henry Benavides y Ruth Mayorga del Ideam sobre el comportamiento de las precipitaciones y la temperatura que se presentan en el país.
No es exageración. Luis Alfonso Escobar, biólogo director de la Corporación Autónoma Ambiental Corantioquia, recuerda que en su jurisdicción se tienen identificados 136 puntos críticos por las recientes olas invernales, que requerirán medidas de adaptación en distinto grado.
"Por el cambio climático habrá que trabajar permanentemente en componentes de adaptación", dice.
Lo que sucederá en algunas regiones lo tiene identificado el Ideam. Un informe de José Franklyn Ruiz Murcia indica que a futuro lloverá más de un 36 por ciento en los municipios como Guadalupe y San Juan de Urabá, mientras que habrá reducción significativa en Amalfi, Anorí, Ituango, Segovia y Yarumal.
Las lluvias aumentaron en Briceño, Nariño, Sonsón, Urrao y Valdivia, aparte del Valle de Aburrá.
No solo son las lluvias, la temperatura en general sube. A fines de este siglo el promedio en Antioquia podría alcanzar los 2 grados centígrados más con respecto a 1970, justo el límite que Naciones Unidas considera crítico, según el modelo corrido por Ruiz Murcia.
Un hecho parece cierto: Caucasia, Puerto Berrío y Santa Fe de Antioquia, municipios de clima cálido, continuarán calentándose.
Este desbarajuste climático es un factor que puede afectar el desarrollo departamental.
"La primera tendencia negativa sería la maximización de las condiciones de cambio climático, lo que podría generar, más que inundaciones, movimientos en masa críticos en las vías del departamento", opinó Escobar.
Se afectarán por eso asentamientos humanos que no han sido reubicados como debe ser, el caso de Nechí y de manera parcial Caucasia, La Pintada y Puerto Nare.
Javier Parra, director de Planeación de Cornare, mira con atención el abastecimiento de agua: en dos meses de verano a principios de 2010 fue dramática la escasez sentida en Abejorral, El Carmen de Viboral y Puerto Triunfo, para citar un ejemplo. Fue un campanazo, explicó, que obliga a tomar medidas.
Si bien la tendencia es a que llueva más en casi todo el departamento, los fenómenos climáticos extremos serán más frecuentes. Son esos los que mayor impacto provocan y eso exige una adaptación permanente. No caben las disculpas.
Informe
Sitios que necesitan intervención
· Son 136 los puntos críticos que las últimas olas invernales señalaron en la jurisdicción de Corantioquia. De esos 44 serán prioridad y el trabajo comenzó en 14.
· Algunas exigen intervenciones de fondo, con el traslado de poblaciones enteras como Nechí o de sectores en Amagá, Caucasia, La Pintada y Puerto Nare.
· En el Suroeste las carreteras son las más afectadas por desplazamientos en masa. También se debe atender la situación de Bolombolo (Venecia).
· En el Nordeste urge el tratamiento de las quebradas que asustan a Amalfi y Vegachí.
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