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Energía para el mundo...El tratado comercial con EE.UU. lo beneficiará con equipos más baratos. La falta de infraestructura de transporte es el cuello de botella del sector.

La locomotora minero-energética, una de las joyas del Gobierno para dinamizar la economía del país, está siendo aceitada para atender la llegada del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y el Gobierno considera que no tendrá problemas con el mercado, ya que la mayoría de los productos que se utilizan en el sector son importados.




La gran preocupación de la industria está del enchufe para afuera, es decir, en la comercialización de aparatos de seguridad, como reguladores y condensadores, que son importados o llegan de contrabando y, además de que no cumplen con los requisitos exigidos por la Superintendencia de Industria y Comercio, están acabando con la industria nacional. Lo mismo ocurre con las bombillas ahorradoras de energía.



La entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos, antes que perjudicar el mercado lo beneficiará, ya que los productos de estas características que vendrán de ese país son de mejor calidad y al ingresar sin pagar impuestos serían más baratos, lo que se reflejaría en mayor ahorro para los usuarios.



La gran preocupación del Ministerio de Minas y Energía y de la Superintendencia de Servicios Públicos es la incapacidad de la Superintendencia de Industria y Comercio para controlar la calidad de estas piezas que se comercializan en el país y la falta de laboratorios especializados que ayuden a este tipo de controles.



Del enchufe para adentro, los expertos del sector consideran que el cable que se produce en el país es muy bueno, pero debido a que no alcanza su producción, se está importando el producto de Houston, lo que podría beneficiar a los consumidores con la reducción en el costo gracias al no pago de aranceles por la entrada en vigencia del acuerdo comercial. También se importa de Brasil.



En equipos grandes para la generación del sector eléctrico no hay riesgo alguno, ya que la mayoría de las piezas que consume el sector se fabrican en el país. Hay dos plantas de Siemens en Bogotá y una de ABB en Pereira y no se avecina competencia alguna, aunque podría pensarse en la expansión de estas dos compañías para atender el mercado regional, lo que beneficiaría al país con la generación de empleo.



En materia de alumbrado público sí hay preocupación por parte de los fabricantes, ya que la falta de tecnología será la desventaja para los nacionales frente a los fabricantes estadounidenses, quienes podrían entrar al país con precios mucho más competitivos, lo que los pondría en aprietos.



En lo que tiene que ver con la fabricación de torres, la industria nacional es muy competitiva. Sin embargo los productores, previendo la amenaza de otros países, han optado por importar, ellos mismos torres de fibra de vidrio y otros elementos, con lo cual están blindando su mercado.



En lo que tiene que ver con la construcción de hidroeléctricas, el Gobierno se blindó, ya que los consorcios encargados de construir las obras deben tener un componente local y hasta ahora esta exigencia se cumple sin inconvenientes.



Actualmente están en construcción las hidroeléctricas de El Quimbo, Hidrosogamoso, Amoyá, La Miel I y Porce IV. Estas dos últimas se encuentran suspendidas y los alcaldes de Amalfi y Anorí están pidiendo a EPM que retome las obras. Y por iniciar construcción están Ituango e Hidroarma.



Con la generación de energía, Colombia puede convertirse en un ‘hub energético’ de la región y podría incrementar la interconexión andina y exportación de gas a Centro América y algunas islas del Caribe, en las que estaría Puerto Rico.



En el tema de hidrocarburos y minería el TLC no afectará la industria nacional, ya que la mayoría de las herramientas, como taladros, compresores y tubería de alta presión, entre otros, se importan de Estados Unidos y de otras regiones como Canadá y Alemania.



De acuerdo con Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleos, el TLC permitirá la llegada de nueva tecnología, lo que incidirá en el mejoramiento de las prácticas petroleras.



En este tema las empresas colombianas fabricantes de piezas para la explotación petrolera, como Fepco, podrían exportar su producción e inclusive podrían llegar a Estados Unidos con la reparación de cabezales (la primera pieza que se usa en la perforación de un pozo), explicó Hernando Vásquez, presidente de Fepco.



Por su parte César Díaz, de la Cámara Colombiana de la Minería, sostiene que el sector minero se verá beneficiado con la llegada de compañías más grandes que practican una minería sostenible y respetuosa con el medio ambiente.



Entre tanto Leandro F. Alves, director de Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señaló que Colombia tiene todo el potencial para el desarrollo de energías alternativas y que el TLC con Estados Unidos le brindará una ayuda para el desarrollo de proyectos en materia de biodiésel. Agregó que el gran problema del sector es la falta de infraestructura de transporte.



Por su parte Hernando Barrero Chávez, presidente de Acipet, señaló que transportar un barril de combustible es más caro que producirlo y que por esta razón se requiere mejorar la infraestructura de transporte.
TOMADO DEL ESPECTADOR


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