Cargados de ilusiones parten los arrieros En búsqueda de anhelados sueños; Sueños de cargas, caminos y comparsas, Sueños de amores en fondas olvidadas. 2 Es en los recuerdos de tiples añejos Donde se entretejen hoy esos sueños, Es hoy, en cortos tramos de caminos Donde añoramos los viejos tiempos. 3 Surgieron de pueblos andariegos y viajaron… Viajaron lejos a tierras de ilusiones y sueños; Sortearon escabrosos y diamantados caminos, Llevando sustento, o con que construir un pueblo. 4 Que luchas las que vivieron nuestros ancestros Anduvieron con sus muladas rechinando ecos, Trazando caminos y alegres uniendo pueblos, Batallando con su corcel, a madrazos secos. 5 Sus vástagos fueron retoños de una prole altiva Que cultivaron montañas al unísono, en sangre; En sangre de hachas que perduran enmohecidas En el tiempo, recuerdo fiel de esta raza altanera. 6 Herederos de aventuras y deseosos en seguir Con las huellas imborrables entre pantanales, En búsqueda de amoríos en horizontes lejanos, serpenteando caminos y colonizando tierras. 7 Tierras abruptas e indomables que con el tiempo Florecieron en cafetales donde las chapoleras Dieron amor a arrieros que se doblegaron A sus encantos, encantos de sirenas campesinas. 8 Fueron montes bravíos, donde el sol y la rudeza Colmaron a Antioquia en gentes de gallarda valentía. Montañas indómitas que domaron a más de un señoril; Perpetrando montañas a golpes de afiladas hachas. 9 Y en las enormes rulas, el grito que tronó en la llanura E impávido rugió con el viento asolando en tristezas Las dóciles palmeras y los orgullosos sietecueros, Antecesores de cañaduzales, frisoleras y maizales. 10 Recios helechos varias veces marcaron su cara, Como respuesta contundente ante tanta bravía, Siendo la naturaleza indómita la que pago su rudeza Y crearon haciendas, herencias hoy, de gran valía. 11 Soñaron en sus andanzas con sus vástagos estudiados Y que en el mañana supieren administrar sus talentos No, no era poca su prole y a algunos, entre labriegos Y escritores, habrían administradores, curas y dotores. 12 Tenían todo, todo… de todo con que mostrar su talante Un gran capital atesorado en el tiempo con donaire Y no falto a quien se le hubiese atravesado un espanto Y como no temía a nada, un entierro le devolvió el aire. 13 Oro o libras esterlinas, entierros perseguidos en el tiempo que a la tenue luz de un yesquero Ilumino caminos que colmaron de ilusiones la mágica mente y ambición del temerario arriero
**** 14 Rumbo a Caldas, Risaralda, Armenia o al Tolima Partieron con entereza, colonizando nuevas tierras Otros conquistaron mercados de lugares lejanos Y a países como Perú, Ecuador y Bolivia viajaron. 15 Llevaron cargas por sinuosos caminos escarpados Y Cristales diamantinos rodaron por sus frentes Luchando con vehemencia para no perderle Y arriesgando la vida, sin importar la muerte. 16 Ante la preciada carga que les encomendara Empeñaba la palabra y siempre llego a su destino, No importaba lo abrupto del camino incierto Obraba con confianza y… fue su mayor ventura. 17 Posee la suerte, la altivez y el talante de aventurero Libre de ataduras es el oficio y el alma del arriero, Se es libre en la montaña, se es libre en la llanura, Se es libre en el pantano y se es libre en el camino. 18 Un duro tramo espera y la turega estará en problemas Sortearan antes de llegar barrizales y tragadales Sangreros adelante acotejan primero el problema Y esperan habilitarle antes de la llegada del ocaso. 19 La recua pronto se aproxima y el tiempo apremia Pronto la noche llega y es menester hacer la tolda El caporal satisfecho esta, una última jornada espera Y la encomienda llegara a su destino sin problemas. 20 Se requintan las cargas en el camino, un sobernal A punto de caer retrasa la llegada de la mulada Es correo urgente que de la ciudad han mandado Son muchos los recados que el arriero ha llevado. 21 Entre humareda de tabacos avanza airoso el abuelo Midiendo al paso de la mulada la distancia al pueblo Dos o tres tabacos y medio a un pucho de ensueños Seis vergajos y una paciente mujer con muchos desvelos. 22 Todos esperan entre ansiedades la llegada del arriero; En la mulada hay una turega con el campanario del pueblo Ilusiones para tierras colonizadas en la cima de la montaña, Atadas con lía y sobrecargas, a lomos; con vidas de ensueño. 23 Un perro andariego ladra desde la cima olfateando presuroso La mano que pequeño le dio de comer, “inseparable amigo”; Le azuza el amo y adelanta el paso avisando la proximidad de la mulada, tras largas jornadas por el abrupto camino.
*** 24 Una pipa enciende el abuelo y sus ojos tiemblan en lágrimas Recordando con orgullo aquellas hazañas que en antaño vivió En cada pavesa de su pucho un recuerdo de emociones renace Y con voz entre cortada trova o canta a ese pasado de amor. 25 …Y es la trova canto terrenal a la musa de la vereda, Que mitiga la sed o el hambre y ofrece el que bogar En cualquier oasis que oteo a lejos apurando el paso Hasta llegar a esa casa campesina o fonda caminera. 26 Trovas al amor, a la jornada, a las vivencias Y a la compañera fiel que aunque muda y ruda Se entrega al arriero en abnegación y sumisión Haciendo caso omiso a la jerga por ser tan mula. 27 Coplas, canto picaresco en las fondas a la mujer Quién blande inocentes miradas de admiración Como premio a la dura y larga jornada sin amor Pre a una noche de conquista, lujuria y pasión.
*** 28 Innumerables historias tejen su indumentaria Y son un tesoro, tesoro que crispo su vestidura Otorgando denuedo, sentido calor a la existencia, Armas limpias y orgullo de la palabra del arriero. 29 Para provocar las miradas coquetas de sus musas Impecable atavió cubrió la figura del altivo arriero, Y en medio de las adversidades del feúco camino Entro impoluto a los brazos del más humilde pueblo. 30 Es la vestimenta su orgullo, un canto a la pulcritud del alma; Donde las huellas de los barrizales del camino se olvidan, Y a la entrada triunfal del pueblo con ovaciones de verdes Titileos coquetas doncellas se rindieron a fatigados pies. 31 Ángeles y paladines, emblemas de rectitud y pulcritud Guardas estandartes majestuosos de poderío y señorío; Son del arriero unos su vestir, otros armas del buen vivir Y otros su corte, esencia vivífica fiel de tan magno existir. 32 Una corona de paja hilada con tersura por manos diestras Tejida en hirsutos caminos, confín de la enramada montaña. Un pañuelo raboegallo con orgullo al cuello el arriero ata Y.. como hombre gallardo le usa como su especial corbata. 33 Un pocho o mulera sobre el hombro el arriero alza Y como emblema de casta le acompaña por donde anda. En el oficio más humilde esta la Paruma o tapapinche Guarda en la labor y escudo protector de su pudor. 34 El zurriago o perrero es mando y apoyo todo en un bastón Cuán sonoro puede ser el trueno que chispas da el látigo Y solo al crispeante ir y venir en el ronroneo del viento Una mula o un buey se azuzan y presto aligera el paso 35 Es la Cotiza el calzado después de asumir duras penurias En el camino la más practica en las calles de un pueblo Es el Carriel bodega de desvares, herramientas y azares Testigo guarda fiel de grandes tesoros y engreídos amores 36 Un fiel y andariego perro deja la casa por salir tras el amo Igual que el sangrero aprende el oficio y son mas manos Mientras la Mula, nació como mula y con una nodriza muestra La verraquera en el camino y en los avatares de su sino.
*** 37 Sombrero aguadeño, ángel protector alado Das e inspiras altivez y soberbia y a tu sombra Me cubro de la inclemente agua o del bravío sol, Prenda de sin fin y recias batallas en el duro trajinar. 38 Es la iraca palma de bondades tejida con amor; Manos de diosas entrecruzan tus blancas fibras; Y con prestancia hacen del arriero el gran señor Que madruga a la vereda como todo un peón. 39 Eres de Aguadas su orgullo y símbolo heraldo; Y desde antaño su industria floreció en manos Diestras de abuelas a cuyas hijas les enseño Como se hace un sombrero para todo un Don. 40 De Origen Noble es el valiente arriero y el cargo Que Dios le encomendó, dotar a toda una comarca Coronado con sombrero, “aureola de blanca Corte”; Amo del camino, de mil jornadas y de la mulada. 41 Es la frescura en el camino y como nieve a lo lejos Te ves brillar, recias manos doblegan con tersura Su horma cuando a las chapoleras una venia les dará Y con donaire el coqueto arriero nuevamente calzará. 42 Qué triste se ve un paisa sin su altivo sombrero Es la nostalgia de la raza que nos deja el abuelo Siempre le tuvo encima sin pena ni remordimiento Quiso llevarlo a la tumba con su mano al pecho. 43 Hoy permaneces colgado enmohecido en el tiempo Esperando al hijo o al nieto que retome las andanzas Del querido abuelo y con orgullo le lleve a la cabeza Recordando a nuestros trajinados y olvidados arrieros.
*** 44 En alegres colores del trópico como la más vistosa corbata Bate su cola al viento con ímpetu el pañuelo raboegallo Adorna y protege el cuello, es símbolo de gallarda valentía, Ángel cubierto, rojo sangre, pende cual cola de papagayo. 45 En ti se prende el optimismo y alegría de nuestra raza, Lo vivaz y jovial de la gente entre carnavales y fiestas Llega el arriero a la fonda con rumores de comparsas, Cumbias, pasillos, bambucos torbellinos y gresca. 46 Cual buen jugador en un gallo deja su suerte al azar Y entre riñas y riñas en el redondel de la gallera La vestimenta roja como su raboegallo en sangre esta Uno de tantos placeres que cautivo a algunos abuelos. 47 Fulminantes destellos diamantinos lanzan los espuelones Buscando un corazón que late al unísono con el del amo Quien en medio del alborozo escucha del careador ¡careo señores! ¡careo señores!... y… No va más… 48 Prestancia en su indumentaria denota el raboegallo Y pletórico en alegría ante los menesteres del camino Se abandona a su hidalguía al disfrute ante su amada De verbena veredal pululando en candorosos ánimos. 49 Una nueva joya engalana en atiborrado nudo al cuello Un anillo de oro fruto de conquista y de una inspiración Prenda de su amada que le tiene cantando coplas al amor Y soñando en haciendas y en un hogar pleno de ilusión.
*** 50 De lo más entraño de nuestra raza el poncho o mulera, Asoma su casta, prenda única amada de usos sin fin, Todos los oficios cumples, incluso la castidad perdida De la doncella que se robo el arriero y la hizo para sí. 51 De la mula es ceguera, para que muda no sintiera El peso de la carga que ondeara el servil mortal, Y evita una coz en las entrañas del pateador animal Y si por decidía no lo hiciera madrazos van a sobrar. 52 Fue pañuelo, ruana, abrigo y toalla y mil cosas más, Tejida con hilos de blando oro que el alba vio secar, Sórdidos pañales para los retoños ancestrales Callando el fuerte lloriqueo del vástago arrieril. 53 Es la prenda nata en el corazón señoril del arriero Es canto de amoríos, es de la estirpe la bandera, Y en lo alto de los cerros como despedida ondea Diciéndole adiós o hasta pronto… a toda la ralea. 54 Cuantas veces de colchón en el descanso has servido Y añoro en las tardes en tu tienda la pereza redimir, Lograr dormitando plácido y largo… largo… rato Soñando en las historias de tan ferviente existir. 55 Y es al calor de tan delicado y suave regazo Donde los abuelos entregaban el alma a Dios, Y con recuas de querubines, serafines y ángeles Alados en mulera celestial el abuelo descansó.
*** 56 Ángel del trabajo, lona impía del duro trajinar Fue del arriero nato, de los arrieros que en antaño Cubrieron todos los caminos a callazo limpio, Protector en la soledad, de su candor y pudor. 57 Y con cosido roto, al pantalón asómesele el pinche Y sea la paruma, la única y bendita protección; El tiempo apremia y es menester en los caminos Andando y miando, ¡no parar!, repicando y dando. 58 Tapa pinché primer bautizo de abuelas remendonas Quienes entre chisme y chanza tejieron en el amor Dibujando corazones en las pertinencias del abuelo, Reliquias que se alzan en la memoria de un pueblo. 59 De pesadas y peligrosas cargas protege en el envión, Del acomodar pesadas rastras es escudo protector, En el herrar no se puede suplir y no se puede dejar Nada, nada en el arriero es en vano, todo es pasión.
*** 60 Como los buenos amigos zumba en el aire el perrero, Capaz de hablar en manos diestras se puede hacer, Es el zurriago látigo de bondades capaz de hacer andar A las mula, la más terca, la más hp de todas las mulares. 61 Zúmbalo gritaba el caporal, para hacer mover al arriero, Y con trueno infernal agitaba con presteza su perrero, Corre presuroso para no perder la mulada el sangrero Se azuza la mula soltando unos pedos dejando el mierdero.
*** 61 ¡Eh Ave María, pues…! Que alpargata más fina, solo si bien y fino camina Con presteza y prestancia puede calzar al arriero; La más compleja de las tejidas cotizas o la simple, Hecha en el camino para no entrar descalzo al pueblo. 63 Es la sencillez de la cotiza con la que cotiza el arriero, Ella es su calzado y con ella va elegante a todos lados, Es la modestia, es la comodidad, sus alas para volar Para volar al camino y volver a la libertad.
*** 64 Blasón heráldico de sin numerosos bolsillos Todos los secretos están guardados en tu piel, Es emblema del arriero, elegancia y honradez, Es corazón, porque no sabe vivir sin un carriel. 65 Cuantos bolsillos con un sinnúmero de utensilios Fieles amigos en la vida del arriero; pipa, tabacos, Clavos de errar, barbera y hasta juegos de Azar Todo cuanto quepa y le sirva en el arduo trabajo.
*** 66 Mula querida, mula adorada, de ojitos traicioneros Mula jijueputa debí de haberte nombrado primero, Es el arriero a la mula, como la mula al arriero Se tratan con cariño, pero al primer descuido. ¡Zas!. 67 De historias pulula la historia del par de amigos, Pero inseparables como el bien y el mal, están; La mula con terquedad de piedra bruta y yerta, Obedece sumisa al amo, sin hacer ningún reclamo. 68 Solo a descuidos ligeros la sapiencia de mula, Le insta a cometer su astuta y vil fechoría; Saca la pata y una buena coz de mil demonios Recibe el desdichado y descuidado arriero. 69 Y un jijueputazo resuena en los ecos de la montaña, Y un castigo de mil demonios recibe como premio Al reque impío… un zurriago zumba en el aire Parando en nalgas y patas del impío animal. 70 Y otro reverendo madrazo… y otro sagaz latigazo… Y una seguidilla de viles insultos recibe el corcel Quien a su manera lo soporta esperando iniciar la larga Jornada entre pedregales canalones, cimas y cuestas. 71 Y es la incansable mula con su resistencia y vigor La que le dio a los paisas la entereza y el valor De enfrentar la tarea que le encomendaran sin temor Y juntos arriero y mula se fusionaron con tesón. 72 Mas… el lento pero fiel buey de grandes astas Fue artífice y pionero; y… sobre su amplio lomo, Llevó campanas y pianos; y… aró, en lento paso El progreso y la visión de toda una gran comarca. 73 Ya el buey queda, en vagos recuerdos arrieriles; Y monumentos en plazas hablan de sus grandes hazañas; Como pioneros de esta empresa: La colonización Paisa; Y pocos ejemplares en lejanas montañas, aun hacen patria.
*** 74 Un nuevo caballo levanta vuelo del valle a la montaña Atraviesa raudo tiqui qui taque sobre hilos de acero; Atraviesa caminos dejando en su rezongo una humareda Que serpentea en los bosques, en túneles y en puentes 75 Los caminos se acortan y el caporal es un tal Cisneros Los arrieros valientes maquinistas que galopan al timón Estrepitosos entre valles, colinas, túneles y cuestas, y… …Hacen del oficio una aventura ligera… aventura pasajera. 76 Los caminos del arriero se acortan adiós canalones y piedras Las cargas cambian y la nostalgia se revierte en progreso Hasta el oficio del humilde sangrero lo hace un carbonero Y el alimento es piedra negra que se transforma en fuego 77 Ya el jadeo, el rebuzne y el relinche es por menos tiempo; …Y una chimenea deja en su paso una estela de recuerdos No la del abuelo con su pipa y una tragadera de saliva Por una cuesta arriba con un gaznate terriblemente seco. 78 Ya el rechinar de cascos no vibra tanto en la montaña Y los inmensos tragadales son cosa del pasado Aunque aún quedan algunos sitios de empinadas cuestas Y camiones camperos o mulas de acero no entran 79 Y solo un puñado de valientes en algunas comarcas Pregonan el oficio del aun no desaparecido arriero Y como su abuelo tienen el honor de trasegar caminos Llevando los productos del finquero del terruño al pueblo.
*** 80 Cuanto amor y pasión en la vida del arriero Amores furtivos y duraderos, indumentarias Curtidas por el duro ajetreo en el tiempo y Una compañera amada pero brusca y mañosa 81 Los arrieros jamás supieron de la ignominiosa pereza, Dejándonos un legado de abnegado valor en su trasegar Trabajó en un hirmado enjambre de caminos con entereza Y en nuestra Antioquia huellas en barrizales con honor. 82 Algunos en fondas olvidadas formaron hogares, Y sedentarios ya, crearon un hogar de ilusiones Y con sus recuas formaron un hirmado enjambre Y de su hacienda al pueblo tejieron un enclave. 83 Otros cansados de batallar por escuetos caminos, Pararon el rodar y enamorados de su tierno hogar Retornaron plenos de febriles vehementes ilusiones A formar empresas, hoy gran patrimonio de arrieros. 84 Pioneros de la pujanza de un pueblo aventurero Creó empresas con agradable olor a sudor sufrido Laurel reflejo fiel de la altivez de esta raza paisa Que ondea flamante su bandera por el mundo. 85 Fueron mis abuelos grandes hombres Y mi Antioquia su patria cuna de ilusión Tendré por siempre corazón de arriero Desandando su historia y enseñando su labor. 86 A nuestros hijos démosle un gran abrazo Y entreguemos en su regazo la ilusión, La ilusión de vivir como los arrieros Que todo lo hacían con vehemencia y amor.
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