Autor: Luis Fernando Múnera López
18 de Marzo de 2013
¿Qué hace el movimiento “Ríos Vivos de Colombia” metido en el proyecto hidroeléctrico Ituango? Este grupo se autoconsidera vocero de las comunidades afectadas por el proyecto, “ante la ineficacia e inexistencia (sic) de canales de diálogo efectivos con la empresa”, según dice en un comunicado.
¿Quiénes son? Ríos Vivos está vinculado con la entidad extranjera International Rivers, que desarrolla actividades en sesenta países del mundo. En América Latina están en México, Panamá, Colombia, Brasil y Chile. Su objetivo es oponerse a los embalses y a las centrales hidroeléctricas, con el argumento de que causan problemas ambientales.
En Colombia se han dedicado, desde 2011, a entorpecer el desarrollo de los proyectos hidroeléctricos El Quimbo, en Huila; Sogamoso, en Santander; e Hidroituango en Antioquia, así como el proyecto multipropósito del río Ranchería, para el acueducto de siete municipios, riego y electricidad, en La Guajira. Contra los principios fundacionales del movimiento, no presentan soluciones alternativas que consideren ambientalmente válidas.
Si se suspendiesen las hidroeléctricas, sería necesario bajar el consumo de electricidad y frenar el crecimiento económico, o construir solamente centrales termoeléctricas, las cuales causan más daño ambiental que aquellas.
La Gobernación de Antioquia y Empresas Públicas de Medellín declararon que le desconocen a Ríos Vivos esta pretendida representatividad en Hidroituango, y se orientaron a mantener el diálogo solamente con los voceros naturales de la comunidad.
EPM avanza con responsabilidad en la gestión social del proyecto. Aunque tiene todavía un camino importante por recorrer, posee a su favor las experiencias positivas en las centrales Porce II y Porce III, donde fue exitosa.
La construcción de Hidroituango obligará al reasentamiento de los caseríos Oro Bajo y Barbacoas y otros grupos humanos vecinos al río Cauca. En forma concertada con los 153 hogares afectados, tiene diseñados el proceso de reasentamiento de las viviendas y la preservación del tejido social de esa comunidad. Además, con la asesoría del Sena, están trabajando en la construcción y la capacitación para huertas caseras para restituir la base económica.
Existen otros grupos poblacionales afectados, mineros, agricultores y arrieros. Estos recibirán apoyo y acompañamiento para la restitución o sustitución de su actividad productiva, en función de su antigüedad en la zona, e indemnización por las mejoras.
Se han cumplido fases muy importantes. En 2010 se aprobó por las dos partes y por el Ministerio de Minas y Energía el Manual de Valores Unitarios, que define la forma de manejo de los impactos sociales. El censo de la población que tiene derecho a compensaciones se hizo en 2009 y se afinó en 2010, después de estudiar los reclamos que presentaron los pobladores.
El territorio donde se desarrolla Hidroituango ha estado afectado por el conflicto armado, el desplazamiento forzado, las masacres, las minas antipersonal. Diferentes grupos ilegales pretenden el control del territorio y recientemente han intensificado los actos violentos en los que han muerto campesinos y soldados, se ha puesto en alto riesgo a la población y a los trabajadores, y entorpecido las obras.
La mejor manera que tiene EPM de enfrentar esta situación consiste en cumplir rigurosamente sus obligaciones de gestión social; mantener un diálogo franco, respetuoso y libre de posiciones arrogantes y dominantes con la comunidad, y finalmente, que ambas partes informen a la opinión pública de manera objetiva y permanente el avance del proceso.
La central Hidroituango deberá convertirse en un motor de desarrollo regional, en beneficio de los municipios del área de influencia, para hacer realidad la responsabilidad social empresarial. En todo esto, la interferencia foránea, lejos de ayudar, entorpece.
0 Comentarios