En la mitad del siglo
veinte, las gentes de Ituango le tenían pavor y miedo al perro negro del
Carmelo, contaban los abuelos que después de las 12 de la noche, partiendo de
la partida de Peque, en las obscuras noches ituanguinas,bajaba un enorme perro
negro, qué arrastraba una pesada cadena que echaba chispas al rozar con las
calles empedradas de la época.El perro bajaba hasta el alto de doña Chinca,alli
volteaba a la izquierda para coger la carrera Santander y bajar por “el
chispero” (asustando y haciendo correr a los borrachitos de la época),el enorme
animal atravesaba la plaza de Ituango que en ese tiempo estaba adornada por 5
enormes palos de mango y un Kiosco.El Perro Negro del Carmelo, seguía hasta
donde hoy esta el Granero Alfa que antes fue la tienda de don Alfredo Vásquez,
allí volteaba hacia la izquierda cogiendo hacia el Barrio Cuatro Esquinas,
dónde pasaba raudo hasta llegar a lo que antiguamente se conoció como el alto
de don Canuto, dónde se perdía dejando un olor de azufre
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