GASEOSAS, VELAS, JABONES
Hemos retrocedido en lugar de avanzar.
Cada semana llegan a Ituango camiones cargados desde Medellín con un sin número de mercancías que sirven para el consumo de la población. De esta avalancha importadora solo se escapa el frijol, el café; y de acuerdo con la época algunas frutas, maíz etc. Porque hasta los huevos teníamos que pedirlos desde afuera.
Sin embargo hace 30 años cuando Ituango n o tenia carretera ni había heladerías, la plaza y las calles eran empedradas y nuestro antepasados se contentaban con salir a tertuliar al café de la esquina mientras esperaban que tocaran primero para misa; no era difícil que usted pidiera una gaseosa Nevada y se jactara de decir que era hecha en Ituango.
La botella oscura con el logo de una montaña con nieve encontró aceptación entre los Ituanguinos.
La empresa alcanzo a producir gaseosas hasta el año 69. Los Ituanguinos no quedamos preguntando que paso sin que se conozca el motivo.
Sin buscar mucho en el presente, remitámonos al pasado, para encontrarnos con un pueblo donde había varias industrias florecientes. Este impulso inicial se perdió.
CÓMO ERA LA INDUSTRIA
Hace aproximadamente treinta años funcionaban en nuestro querido municipio algunas fábricas que, con el paso del tiempo, y la abundancia del mercado foráneo; fueron desapareciendo. Aunque hoy contamos con la elaboración de un producto netamente Ituanguino como es el cansuizo. Hasta hace algunos años existió la fábrica de gaseosas Nevada, ubicada en el barrio Cuatroesquinas que producía refrescos de distintos sabores como vinol, naranja, cola y limonada, entre otros. La repartición de estos productos se hacía a lomo de mula, recorriendo todas las calles y surtiendo las tiendas de la población. Además, se surtían todos los corregimientos y veredas del municipio. El primer propietario de dicha empresa fue Don Ricardo Betancur. Luego pasó a manos de José Cañas, después de Efraín Espinal y Jesús Posada y finalmente de un señor Barrera (no pudimos conocer su nombre).
Cuando se abrió la carretera en forma definitiva, que permitió el transporte de personas desde la capital, empezó a decaer la venta de Nevada y sus dueños optaron por acabarla.
JABÓN DE BARRA.
La industria jabonera de Ituango estaba representada por la fábrica del llamado “De barra”, un detergente que tuvo buena acogida en el municipio y que también se terminó ante la llegada de productos de la capital que ya podían pasar por la carretera recientemente construida. Esta se encontraba al frente de donde actualmente queda la escuela Antonio José Araque Rodríguez. Su propietario fue el señor Víctor Tobón.
No podemos dejar de mencionar la fábrica de velas que, aunque tuvo corta existencia, fue de gran utilidad para la población.
También la tostadora de café y la trilladora de maíz, fueron grandes industrias que existieron en esa época y reflejan una débil actividad de nuestros predecesores en diferentes frentes de trabajo.
CERDOS, EL FUERTE.
Un Ituanguino llegaba a Medellín y cuando se conocía su procedencia, una apelativo que se le diera entre un grupo de amistades, tendría que ver con algo de cerdos.
Sucede que la economía Ituanguina estaba basada en la producción porcina. De todas las regiones del municipio, se sacaban gran cantidad de cerdos que eran llevados por los arrieros a Yarumal y Medellín. El mapa de Antioquia sobre los diferentes productos, estaba representado por un cerdo en el lugar que le correspondía a Ituango.
Esta producción a gran escala disminuyó notablemente cuando una mortal peste porcina azotó las porquerizas de la región hace aproximadamente treinta años.
Hemos retrocedido en lugar de avanzar.
Cada semana llegan a Ituango camiones cargados desde Medellín con un sin número de mercancías que sirven para el consumo de la población. De esta avalancha importadora solo se escapa el frijol, el café; y de acuerdo con la época algunas frutas, maíz etc. Porque hasta los huevos teníamos que pedirlos desde afuera.
Sin embargo hace 30 años cuando Ituango n o tenia carretera ni había heladerías, la plaza y las calles eran empedradas y nuestro antepasados se contentaban con salir a tertuliar al café de la esquina mientras esperaban que tocaran primero para misa; no era difícil que usted pidiera una gaseosa Nevada y se jactara de decir que era hecha en Ituango.
La botella oscura con el logo de una montaña con nieve encontró aceptación entre los Ituanguinos.
La empresa alcanzo a producir gaseosas hasta el año 69. Los Ituanguinos no quedamos preguntando que paso sin que se conozca el motivo.
Sin buscar mucho en el presente, remitámonos al pasado, para encontrarnos con un pueblo donde había varias industrias florecientes. Este impulso inicial se perdió.
CÓMO ERA LA INDUSTRIA
Hace aproximadamente treinta años funcionaban en nuestro querido municipio algunas fábricas que, con el paso del tiempo, y la abundancia del mercado foráneo; fueron desapareciendo. Aunque hoy contamos con la elaboración de un producto netamente Ituanguino como es el cansuizo. Hasta hace algunos años existió la fábrica de gaseosas Nevada, ubicada en el barrio Cuatroesquinas que producía refrescos de distintos sabores como vinol, naranja, cola y limonada, entre otros. La repartición de estos productos se hacía a lomo de mula, recorriendo todas las calles y surtiendo las tiendas de la población. Además, se surtían todos los corregimientos y veredas del municipio. El primer propietario de dicha empresa fue Don Ricardo Betancur. Luego pasó a manos de José Cañas, después de Efraín Espinal y Jesús Posada y finalmente de un señor Barrera (no pudimos conocer su nombre).
Cuando se abrió la carretera en forma definitiva, que permitió el transporte de personas desde la capital, empezó a decaer la venta de Nevada y sus dueños optaron por acabarla.
JABÓN DE BARRA.
La industria jabonera de Ituango estaba representada por la fábrica del llamado “De barra”, un detergente que tuvo buena acogida en el municipio y que también se terminó ante la llegada de productos de la capital que ya podían pasar por la carretera recientemente construida. Esta se encontraba al frente de donde actualmente queda la escuela Antonio José Araque Rodríguez. Su propietario fue el señor Víctor Tobón.
No podemos dejar de mencionar la fábrica de velas que, aunque tuvo corta existencia, fue de gran utilidad para la población.
También la tostadora de café y la trilladora de maíz, fueron grandes industrias que existieron en esa época y reflejan una débil actividad de nuestros predecesores en diferentes frentes de trabajo.
CERDOS, EL FUERTE.
Un Ituanguino llegaba a Medellín y cuando se conocía su procedencia, una apelativo que se le diera entre un grupo de amistades, tendría que ver con algo de cerdos.
Sucede que la economía Ituanguina estaba basada en la producción porcina. De todas las regiones del municipio, se sacaban gran cantidad de cerdos que eran llevados por los arrieros a Yarumal y Medellín. El mapa de Antioquia sobre los diferentes productos, estaba representado por un cerdo en el lugar que le correspondía a Ituango.
Esta producción a gran escala disminuyó notablemente cuando una mortal peste porcina azotó las porquerizas de la región hace aproximadamente treinta años.
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