Gracias al acuerdo alcanzado por el Idea y EPM y respaldado en principio por Epsa y la FEN, entre otros accionistas minoritarios, la asamblea de accionistas de EPM Ituango hará hoy efectiva la cesión a EPM del contrato Boomt de la central Hidroituango, que tiene vigencia por 50 años. La sabia determinación que hoy será formalizada permite sortear las dificultades generadas por la no aprobación de la zona franca Ituango y crea las condiciones para irradiar beneficios razonables a los accionistas, las comunidades y el propio proyecto.
La determinación del Gobierno Nacional de no conceder beneficios de zona franca a Hidroituango, y por ende a las centrales hidroeléctricas, amerita mayores discusiones, pues es una medida que afecta a una industria con gran potencial exportador, constituida en su mayoría con capital nacional y todavía en buena parte en manos de instituciones públicas. Por nuestra parte, seguiremos con gran interés los desarrollos de una discusión que apenas empieza.
La negativa de constituir la zona franca implicaba unos sobrecostos de aproximadamente 370 millones de dólares y que los accionistas distintos al Idea no recibieran el adelanto de utilidades por 35 millones de dólares, que se había acordado si se aprobaba ese beneficio por el Gobierno. Ante la necesidad de encontrar un mecanismo de ahorro tributario que paliara el impacto de la medida, se identificó que solo el contrato de estabilidad jurídica de EPM, vigente hasta el 2027, puede garantizar ahorros por cerca de 200 millones de dólares. Para aprovechar el beneficio es necesario que EPM Ituango ceda el contrato Boomt a EPM. La sociedad Hidroituango, por su parte, conserva la propiedad de la central y a ella le será revertida en 50 años.
La cesión del contrato es posible porque se ha recuperado la confianza entre los propietarios del 99,36 % de las acciones, entidades públicas ambos. Ella, además, conlleva beneficios para los casi setenta propietarios del 0,64 % de la compañía; las comunidades de los doce municipios circunvecinos a la central hidroeléctrica, que son de las más pobres y atrasadas de Antioquia, y los antioqueños en general.
Al presentar el acuerdo, EPM ha anunciado que, así no exista la zona franca, mantiene el pago de un anticipo de 35 millones de dólares por concepto de utilidades futuras, para el Idea y los accionistas minoritarios. También ha confirmado, y esto es de gran importancia social y de mucho calado para los proyectos futuros a cargo de esa y otras compañías, que en los próximos dos años invertirá cien millones de dólares en impulsar el desarrollo de los doce municipios que reciben el impacto de la central hidroeléctrica.
La inversión, que es complementaria a la establecida por los planes de desarrollo municipales y el departamental, así como a la obligada por la licencia ambiental, será concertada entre el Gobierno Departamental, los alcaldes y EPM, en una mesa de trabajo permanente. El resultado en la transformación de las realidades locales y regionales va a imponer, en ello confiamos, un modelo de gestión de grandes proyectos de infraestructura y desarrollo en el que se garantice que las nuevas inversiones sean fuente de bienestar colectivo, más que de problemas y temores para las comunidades receptoras.
Una operación tan virtuosa, que constituye un modelo excepcional y deseable de gana-gana, se consigue gracias a que los antioqueños logramos defender la construcción y operación de la central hidroeléctrica Ituango por Empresas Públicas de Medellín, alternativa que fue puesta en riesgo durante la anterior Administración Departamental, cuando se pretendió importar inversionistas privados, en cuyo caso, en estos momentos no tendrían la posibilidad de ofrecer una solución semejante ante el impasse de la negativa a la zona franca. O de haber alcanzado a firmar un contrato de estabilidad jurídica, tal vez no habrían estado dispuestos a compartir la totalidad de dichos beneficios por haberlos alcanzado a título individual y como reconocimiento a su rol de grandes inversionistas y generadores del desarrollo nacional. En estas circunstancias, confiamos en que los accionistas minoritarios, que siguen teniendo participación en la sociedad Hidroituango, respondan a la confianza que merecen los socios mayoritarios, se sumen con su voto favorable a la determinación y continúen como guardianes del cumplimiento de los anuncios, la ejecución del contrato boomt y el mejor desarrollo de ese gran sueño de Antioquia que es la central José Tejada Sáenz.
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